Resumen

El “Desafío T19” consiste en 3 retos que requieren del uso de la lógica y de la capacidad de aplicar las suposiciones apropiadas para lograr un resultado aceptable. Los alumnos deben formar grupos de entre 2 a 4 integrantes y disponen de 2 horas 30 minutos para hacer entrega de los resultados.

Durante el evento no se permite el uso de celulares, computadoras u otro elemento de búsqueda de información que pueda desvirtuar la aplicación del ingenio para la resolución de los problemas. Cada desafío representa un 33% del puntaje total. En los desafíos de lógica, aquellos grupos que logren resolverlo correctamente recibirán el total del puntaje. En el caso de los desafíos de aproximación el puntaje se mide en función de la diferencia entre el valor calculado por el grupo y el valor que se considera correcto. El grupo que logre mayor puntaje se hará ganador del premio.

Desafíos

El "Desafío T" tiene sus raíces en una inciativa llevada a cabo por el Centro de Estudiantes de Física, Geofísica y Óptica de la Universidad Nacional del Sur (UNS) bajo el nombre de "Desafío CeFiGeo". Allí, alumnos del Departamento de Física resuelven 3 desafíos que ponen a prueba sus conocimientos, su ingenio y su capacidad de interpretar los problemas que se presentan. Se buscó adaptar esta idea mediante ejercicios más sencillos y más orientados a la formación ingenieril.

El Desafío T19 busca propiciar el desarrollo de competencias de manera explícita durante el proceso de formación, revisar las estrategias de aprendizaje, garantizando que los estudiantes puedan realizar actividades que les permitan avanzar en su desarrollo sin desconocer las necesidades actuales y potenciales del país, de la sociedad y del medio laboral.

La primera 1ra Ed. se realizó el día 24 de Agosto de 2019 con una participación de 6 grupos integrados por un total de 19 participantes, todos ellos alumnos del primer año de la Facultad de Ingeniería. La segunda edición del desafío se realizó el 17 de septiembre del mismo año. Participaron un total de 12 grupos integrados por alumnos de los diferentes años de la carrera (no solo de primer año).

En este sentido, la tutoría, como modalidad de la práctica docente, no suple a la docencia frente a grupo, sino que la complementa y la enriquece. Asimismo, puede ser vista como un instrumento de cambio, que podría reforzar los programas de apoyo integral de los estudiantes en el campo académico, cultural y de desarrollo humano, en la búsqueda del ideal de la atención individualizada de aquellos en su proceso formativo.